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Esta es la tapa virtual

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domingo, 28 de febrero de 2016

El matrimonio en la India

Acicalando a una novia. Óleo de Raja Ravi Varma, pintor hindú del siglo XIX.
Obra en Dominio Público, gentileza de Wikimedia Commons


   Durante mi viaje, al conversar con algunas amigas hindúes*, lo que más me sorprendió fue la arraigada costumbre del matrimonio arreglado por las familias. Para nosotros los occidentales, el enamoramiento y la formación de una pareja son un asunto completamente privado, que surge de una elección libre e individual. Ese control parental o familiar me pareció al principio inconcebible, no podía comprenderlo. Pero al saber más detalles de cómo ellos lo experimentaban, pude verlo de otra forma e incluso apreciarlo de un modo positivo. 
  Mis inquietudes acerca de este tema aparecen en la trama de la novela, porque es un asunto que todavía me impresiona. Y al investigar si esa tradición seguía con igual fuerza en nuestros días se reavivó mi perplejidad, porque supe que a pesar de la creciente occidentalización (o globalización) que la India experimenta y de la mayor difusión del matrimonio por amor, continuaba prevaleciendo el matrimonio arreglado por los padres y/o familiares, si bien en una versión más moderna. Es ya completamente habitual que los contrayentes intervengan en la decisión y puedan vetar al candidato o candidata si no les gusta. Y es cada vez más común que sean los mismos interesados quienes propongan al futuro consorte. Pero siempre, inevitablemente, la hegemonía familiar prevalece y son las familias de ambos candidatos quienes aprueban o rechazan la realización de la boda. Y por lo que he comprobado, un matrimonio sin la aprobación de las respectivas familias equivale a una declaración de guerra. 
   En tiempos pasados, el cónyugue potencial era generalmente recomendado por amigos y parientes. Luego los padres investigaban… Como parte de la investigación, solían consultar a numerólogos y astrólogos, para ver si esos aspectos de los futuros contrayentes estaban en armonía. Si todo lo que averiguaban concordaba con sus expectativas, organizaban un encuentro entre ambos. Con frecuencia, ese encuentro era el único previo a la decisión. 
   Hoy en día a este modelo se han incorporado variantes propias del siglo en que vivimos. Hay portales de Internet donde aparecen los perfiles de aspirantes al matrimonio, con sus fotos y datos. Y dichos aspirantes pueden chatear, mandarse mails y usar Skype, antes de pasar al siguiente paso, que es el encuentro personal.  
  Mientras escribía y corregía la novela, vi (y sigo viendo) innumerables películas hechas en la India, muchas de las cuales tratan el tema del matrimonio concertado, ya sea de un modo específico o tangencial. Y si bien en algunas aparece el problema del rechazo por parte de uno de los contrayentes (generalmente ella) y la inevitable tragedia y frustración (porque los padres imponen su decisión), en otras los contrayentes se muestran muy felices y se casan sin poner objeciones. Me resultaba difícil creer que las cosas fueran tan fáciles (bueno, son películas de Bollywood, el Hollywood de la India, y en muchas de ellas hay bastante fábula y exageración), hasta que vi una película que me gustó mucho y cuyo tratamiento del tema me pareció muy realista. Su nombre es “Just Married” (Recién Casados) y su directora es una mujer hindú bastante joven, que se llama Meghna Gulzar. El film narra la luna de miel de un joven matrimonio, unido mediante la usanza tradicional. Y muestra lo que yo suponía que a menudo sucede, aunque nunca me lo habían mostrado. Aunque el chico quiere iniciar la relación sexual de inmediato, ella manifiesta un gran rechazo. Esa obligación de intimar con un flamante marido al que percibe como un extraño la asusta indeciblemente, y reiteradamente lo rechaza. Me pareció muy ilustrativo del trasfondo, de lo que no se ve por detrás del todavía floreciente matrimonio arreglado. Creo que esta película revela lo que una buena parte de las mujeres indias deben sentir los primeros días de su matrimonio. La historia está narrada con inteligencia y gracia, y es una reflexión bastante profunda acerca de la relación de pareja en la India, ya que además de los protagonistas, aparecen otras parejas que están en el mismo hotel que ellos, ilustrando otras variantes alrededor del tema. (Se puede ver en YouTube, con subtítulos en inglés). 
   Una explicación al motivo de que esta clase de matrimonio aún prospera, es que para los indios mantenerse dentro de su comunidad de origen es prioritario. Y para eso es importante que los contrayentes compartan casta, religión, nivel socioeconómico, etc. 
  Además, la desaprobación por parte de los padres es en la India un problema grave. No sólo está muy mal visto, sino que puede ser una tragedia en el entorno familiar y social, por lo cual muchos jóvenes prefieren renunciar a un futuro consorte que les gusta si sus padres no lo aprueban. 
  Otra causa del matrimonio concertado es la dote. Esta vieja usanza sigue en pie en muchísimos casos, y muchos jóvenes eligen a su futura novia teniendo muy en cuenta la dote que ella va a aportar. 
  En la India el matrimonio es el único espacio socialmente aceptado para el intercambio sexual y aunque eso está empezando a cambiar, sobre todo entre las minorías de clase alta, que se mueven en ambientes universitarios o estudian en el extranjero, para una gran mayoría de los indios el matrimonio es la opción más conveniente y segura (sobre todo si son mujeres).  
   Lo curioso es que de acuerdo a los analistas y a los estudios especializados, los matrimonios concertados son más exitosos a la larga que los matrimonios por amor. En Quora, un muy interesante portal de preguntas y respuestas (por ahora, lamentablemente, sólo en inglés) encontré un interesante aporte de un usuario -cuyo nombre es Manikanta Tankala-  que me pareció bastante revelador. Dice que la causa de que suelan funcionar mejor los matrimonios concertados que aquellos por amor es que en las uniones arregladas todos los aspectos son cuidadosamente considerados. Las metas en la vida y los intereses de cada uno tienen que ser compatibles, y esto facilita el compromiso de por vida y el seguir juntos a pesar de los problemas que se presenten, mientras que los que se casan por amor están enceguecidos por la pasión y pasan por alto estos aspectos. Este testimonio cita estudios académicos, que se han dedicado a investigar el asunto no sólo dentro de la sociedad india, sino en otras en las que también se da, como es el caso de los judíos ortodoxos. 
   Surya Sankar, otro usuario de Quora,  asegura que las cosas están cambiando, que al menos en la India urbana casarse por amor ya no es algo de herejes y no encuentra la misma resistencia violenta que sí puede esperarse en ciudades pequeñas y en áreas rurales. Sin embargo, todavía es visto como algo que perturba el orden social y se considera un acto revolucionario. 
 Y para concluír con estos testimonios, aquí va uno de un usuario de Quora que ha querido permanecer anónimo, pero que declara estar felizmente casado desde hace más de veinte años. Dice que los matrimonios concertados son parte integral del tejido social de la India, donde el matrimonio no es sólo la unión de dos personas, sino también la unión de dos familias. Eso hará posible que el respaldo de la familia esté disponible para la pareja en los tiempos difíciles, cuando los problemas de salud, financieros y otros sean agobiantes. 
   Podría profundizar mucho más, pero eso excedería el intento de este post. La relación de pareja, tanto en la India como en Occidente, es uno de los asuntos más importantes en la vida de un ser humano. Y el hecho de que en la India se siga prefiriendo el matrimonio arreglado y que este funcione en un significativo porcentaje de los casos, siendo la tasa de divorcios en la India considerablemente inferior a la tasa de divorcios en los países de Occidente, da para reflexionar, como muchas otras cosas de la India. 
   Mi conclusión es que estamos fuertemente condicionados por nuestra cultura y que logramos adaptar nuestras tendencias más íntimas a aquello que nuestra cultura marca. Pero como decía una amiga hindú: lo más importante es lo que haces para que tu matrimonio funcione, haya sido por amor o arreglado. Si ambas partes ponen lo mejor de sí para hacerlo funcionar, es probable que eso suceda. 

* El término hindú tiene dos acepciones. Por un lado indica a toda persona que practique el Hinduísmo, pero también sirve para señalar a todo habitante de la India.


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